¿Cómo realizar un correcto cepillado dental?

El cepillado dental es una rutina diaria en la vida de cualquier ser humano, y siendo algo que realizamos cada día, muchas veces lo hacemos mal. Es una tarea muy importante a la hora de mantener la salud de nuestros dientes y de prevenir enfermedades de dientes y encías. Por ello, si una persona cepilla sus dientes correctamente y con la frecuencia adecuada, gozará de una buena salud dental con unos dientes fuertes y encías sanas.

¿Cuántas veces y de que manera debo cepillarme los dientes?

Lo ideal es crear el habito desde que somos niños de cepillarnos los dientes después de cada comida, y mantenerlo siempre. Aunque, si por alguna razón no tenemos la posibilidad de hacerlo, podríamos realizar dos buenos cepillados dentales al día (mañana y noche) mantendríamos una buena salud dental igualmente; siempre teniendo en cuenta que existen excepciones con pacientes con una dentadura delicada, problemas en las encías o tendencia a alguna patología concreta y que por ello deben dedicar más tiempo a sus dientes.

¿Qué factores son importantes para lograr un buen cepillado?

  1. La técnica empleada
  2. La duración del cepillado
  3. El cepillo de dientes

La técnica de cepillado

No es necesario aplicar una gran cantidad de pasta dental para realizar un buen cepillado, lo que sí es más importante es adquirir un dentífrico adecuado para nuestros dientes y encías, si no lo tenemos claro siempre podemos preguntar a nuestro dentista que nos recomienda.

Es importante que comencemos el cepillado en un extremo de nuestra boca y continuemos ordenadamente hasta el otro extremo. Repetiremos el procedimiento por la cara externa e interna de nuestros dientes y tanto en los dientes superiores como en los inferiores, sin olvidarnos de ninguno de ellos. Debemos realizar pequeños movimientos circulares sobre cada diente y a su vez cepillar tanto la superficie del diente como el surco de la encía.

Una vez hayamos terminado, realizaremos el mismo recorrido con un movimiento de barrido (hacia abajo en los dientes superiores y hacia arriba en los dientes inferiores) con el fin de expulsar todos los residuos previamente removidos con los movimientos circulares.

No debemos olvidarnos nunca de las muelas, zona de masticación de la comida donde se pueden alojar restos y provocar caries.

Una zona de nuestra boca muchas veces olvidada durante el cepillado es la lengua, siendo un foco de bacterias debemos siempre recordar cepillarla para eliminar cualquier bacteria que pueda provocarnos caries o sarro.

¿Qué hay del tiempo? Una vez conocidos todos los pasos y todas las partes de nuestra boca a tener en cuenta, deberemos emplear el tiempo suficiente para llegar a todas las zonas de la boca de forma correcta. Por lo tanto, el tiempo mínimo deberían ser dos minutos, y si nos excedemos de este tiempo o no dependerá de la dedicación de cada persona a cada zona de la boca.

El cepillo de dientes empleado para el cepillado dental también es importante, ya que será nuestra herramienta de trabajo. Podemos preguntar a un experto acerca de cual es el mejor tipo de cepillo de dientes para nosotros y no olvidarnos de renovarlo ocasionalmente.

¿Qué más debemos tener en cuenta?

El cepillado dental debe de ser suave, puesto que un cepillado agresivo sobre dientes y encías puede generar consecuencias negativas llegando incluso a lesiones irreversibles.

También podemos valorar para que nuestro cepillado dental sea óptimo, emplear complementos como pueden ser:

  1. Hilo o seda dental: se pueden emplear antes o después del cepillado indistintamente. Si lo utilizamos antes del cepillado, eliminaremos los restos entre los dientes a los que el cepillo no podrá llegar y además potenciaremos el efecto del dentífrico sobre nuestros dientes y encías. Si lo empleamos después, eliminará aquellos restos de comida a los que el cepillo no ha podido llegar y tendremos unos dientes perfectos y libres de bacterias. Antes o después, lo importante es utilizarlo de manera diaria, al menos una vez, siempre preferiblemente por la noche.
  2. Cepillo interdental: pequeño cepillo que nos permite acceder a aquellas zonas a las que el cepillo de dientes no ha podido acceder. Tiene una función similar a la del hilo o seda dental.
  3. Irrigador bucal: especialmente recomendado para pacientes con ortodoncia. Se trata de un aparato que aplica un chorro a presión de agua sobre dientes y encías. Con él se eliminan restos de bacterias incrustados en la superficie dental.
  4. Limpiador lingual: como su propio nombre indica, sirve para eliminar las bacterias de nuestra lengua, esa gran olvidada en el cepillado dental.
  5. Enjuague bucal: técnica estrella para completar un buen cepillado dental. El colutorio llega a todas las cavidades y rincones de nuestra boca de una manera rápida y sencilla. Ayuda a mantener un aliento fresco y a prevenir caries y otras patologías.
 

Incluso cuando realizamos un cepillado dental perfecto, existe la posibilidad de que las bacterias se incrusten en nuestra boca, favoreciendo la creación de sarro y desarrollo de gingivitis, entre otras dolencias. Para evitarlo, es importante complementar nuestro cepillado con la prevención en consulta: una limpieza dental profesional cada cierto tiempo ayuda a eliminar cualquier resto de bacterias anclado en nuestra boca y lucir unos dientes y encías sanos.

Si tienes cualquier duda acerca de la técnica de cepillado dental o de cuáles son los complementos óptimos para lograr un buen cepillado y una salud bucal perfecta, no dudes en consultarnos. Juntos encontraremos la solución idónea para que tus dientes y encías luzcan más sanos y brillantes que nunca.